miércoles, 11 de diciembre de 2013

Soneto: amor y café

Amor y Café juegan en mi mente
Amor cuando me acompañes
Y Café para escucharte.
No habrá tiempo, no habrá nada.

Su sabor tostado calienta mi lengua
Y mi sonrisa se pega a tus palabras
Mis ojos solo ven tu cara, pero...
Además del Café no hay nada.

Ruidos y silencios me acompañan
Besos inexistentes por nostalgia
Sola en la mesa, desconectada. 
El Amor espera y mi Café no cambia.

sábado, 24 de agosto de 2013

Un picnic: Los tacones, las costeñas y la física.

El sábado asistí a un evento hecho por Club Colombia llamado Zona Picnic: música, cervezas, cojines en el piso, luces, la ciénaga/mar al frente de lo más romántico, etc. El evento satisfizo mis expectativas a pesar de padecer de una faringitis asquerosa.

La noche prometía ser mágica y al fin en mi ciudad hacían un evento donde te invitaban a tirarte en el pasto y te permitía sentirte bohemio sin necesidad de montarte en un avión y viajar hasta el parque bogotano de tu elección, o si tienes más platica cruzar el charco hacia las europas y probar que los colombianos también somos cultos leyendo a Jane Eyre bajo un sauce llorón. Sin embargo, a pesar de todas estas expectativas e ilusión de mi primer evento tipo picnic en Barranquilla, apenas llegué mi actitud se desmoronó, gracias nuevamente a la faringitis, rápidamente vislumbré  lo que me esperaba el resto de la noche y armé mi ritual de adaptación:

1. Ubicación estratégica lejos de la tarima y los "asistentes primera plana" de la noche. 
2. Obtener la mayor cantidad posible de cojines para que "parcharamos" y luego eventual y disimuladamente convertirlos en una camita que se viera cool y me camuflara entre mis amigos. 
3. Tener una alta ingesta calórica de los muchos restaurantes de comida rápida que me podían suplir, repartida a lo largo de mi estadía para que no fuera tan obvia mi porki-tendencia.
4. Como buena costeña, enferma y después de comer: la siesta, pero está no podía ser tan boleta con bracito arriba de los ojos y roncada, no, no, mi siesta se iba a hacer por intervalos y putting on a show.

Una vez tuve claro estos cuatro puntos me dediqué a hacer el ritual por intérvalos: dormir acostada con las piernas cruzadas y con un leve movimiento de pies de manera que pareciera que estaba oyendo la música tan concentrada que tenía que cerrar los ojos, para luego despertarme y balbucear cualquier sandez fingiendo lucidez al que me diera papaya, comer algo de más de 300 calorías para finalmente ver una adolescente de esas con las patas flacas y largas que la pantorrilla no se les diferencia del muslo, ENTACONADAS. (bis) (bis) (bis) 

Eso está mal, simplemente mal. No me malentiendan yo amo los tacones y por mí no me los quitaría en ningún momento del día, ya que estos dolorosos artículos de tortura medieval son uno de mis ítems de seguridad. 

Los tacones. Los tacones son para cada mujer un símbolo de fuerza y poder; la fuerza que te da estar por encima de las que no son capaces de ponérselos, la fuerza que se necesita para soportar la presión visual por resaltar debido a tu altura anormal y la fuerza que te da que se te vea esa pierna larga hasta Pekín. Así seas de muslos grandes como yo, no hay muslo que no se estilice con un tacón de diez centímetros, y ahora que las modelos vienen sin cuádriceps toca estilizar bastante ese jamón de carne bien grande con el que muchas, como yo, vinimos al mundo para tratar de acribillar a punta de pesas y cardio. El poder del tacón está en varios aspectos, primero está en que pueden ser lanzados como objetos corto punzantes, jamás lo he hecho, pero siempre tengo claro que son mi primer arma de defensa personal. Poder, que se obtiene porque toma años insensibilizar los dedos para aguantárselos apretados en esas cavidades puntiagudas. Poder, por estar empaladas de 6 a 8 horas o doble jornada si te vas de rumba; y ahí, ahí es donde las costeñas ejercen más el poder del tacón, en la rumba. 

Las costeñas quieren ser sexy cuando se van de rumba a frogg's. No se puede usar mocasines o sandalias, mucho menos chancletas para irse a bailar sensualmente en minifalda, sin la intención, claro está, en lo más absoluto, de buscar marido. Para ir a frogg's definitivamente se tiene que usar tacones, y a diferencia de otras zonas menos calientes del país, aquí no se puede usar botas, que es la manera potrazainosa en "el interior" de conseguir proveedor a punta de pierna.

Para los costeños todo es rumba, no solo frogg's, y más aún si es de noche y hay música, por esto sé que para más de uno, (incluida yo) el picnic fue la rumba del sábado por la noche y para más de una el picnic era la pasarela de la pinta del sábado y el escenario de los #selfie (s) de instagram con su respectiva competencia de "quién tiene más likes" y "desde cuántos ángulos me puedo fotografiar las tetas y hacerlo parecer que es una foto de mi cara". El por qué me molesto ver las teens y no tan teens en tacones en un picnic. En una "jinca". En el pasto, es que me parece una profanación a la inteligencia y al buen gusto. A la inteligencia por la omisión de la física, lo aprendí en bachillerato "presión es igual a fuerza sobre área" ¿qué quiere decir eso? que en el área de mi tacón estileto que es aproximadamente un centímetro cuadrado cae toda la fuerza de mi peso acelerado por la gravedad, eso quiere decir, que así seas la más light se te va a enterrar el tacón en el pasto y vas a parecer bambi aprendiendo a caminar (ref. bib. http://www.youtube.com/watch?v=fwWJ4YzYTi4 ) lo que nos lleva a la segunda parte de mi premisa, es un insulto al buen gusto, porque como todos sabemos estar a la moda es seguir las tendencias de la temporada (estaciones del hemisferio norte del planeta) y saber escoger para que ocasión utilizarlas. 

Para mi ver tanta vieja entaconada fue como una alegoría pupi de esa mujer costeña que trabaja en el centro y por su falta de educación en las artes oscuras de la clase y el glamour se coloca un short talla 4 cuando en verdad es talla 16 y se le brotan los mondongos, así tal cual es usar tacones en el pasto, solo que lo engorroso está en las maniobras para no enterrarse en cada paso que dan, y así como la matrona que no entiende el concepto de "la talla está en la etiqueta" reza para que no se le explote el cierre después de almorzar, la joven se pega la sudada fría en cada lomita que le toca subir, apretando las nalgas para que en cada enterrada de tacón no pierda el equilibrio.




viernes, 7 de junio de 2013

Awakening

Consciente al fin, al abrir sus ojos, el agua se convierte en su ahogo. Despierta asfixiada.

jueves, 25 de abril de 2013

Apología de Sócrates, Jesús y el matrimonio igualitario en Colombia



En estos últimos días me he cuestionado continuamente si el apoyo que doy abiertamente al matrimonio igualitario en mi país quizás es una muestra que al haberme alejado de mi crianza católica, de ir a misa y de haber disminuido notablemente mis meditaciones, me he vuelto tan corrupta que veo cosas incorrectas como rectas, me cuestiono esto porque por mi profesión he aprendido a cuestionar absolutamente todo lo que analizo y decido que es correcto, incluso después de haber hallado la solución; así pues, a pesar de estar segura que tu orientación sexual nada tiene que ver con tus deberes y derechos como persona, me cuestiono porque como muy sabiamente expuso Phoebe Buffay así como por siglos los hombres más sabios han sostenido tesis tales como que la tierra es plana para finalmente luego estar equivocados, ¿qué arrogancia puedo tener yo de tener la certeza de algo? qué puedo esperar de mí que soy una jovencita sin idea de esta inmunda humanidad.

Quiero comparar la apología de Sócrates con esta decisión legal de mi país, desde mi punto de vista en lo poco que conozco de Platón y filosofía, porque (spoiler alert para los que no lo han leído) al condenar a Sócrates a la muerte injustamente, motivados por odio, se violó su derecho humano a la vida, y creo que todos los derechos humanos son igual de importantes, así que violar uno u otro es cometer una transgresión igual de dolorosa a mis ojos, y en este momento creo que al estado no brindar matrimonio igualitario está violando un derecho fundamental.

No voy a hablar de adopción, ya que eso sería correr sin caminar, primero porque sí socialmente muchos no están listos para aceptar la homosexualidad, sería tonto iniciar un debate sobre esto que va a estar manchado por prejuicios, miedos, odio, etc. Y de esta manera no se va a poder decidir de manera racional y sana qué es lo correcto. Además porque a pesar que muchos insisten en discutirlo, en ningún momento se ha tratado de legislar sobre esto formalmente, más que como excusas de ciertas personas que buscan atraer seguidores con argumentos pasionales y no con justicia, sinceridad y rectitud. La religión tampoco es válida como argumentó legislativo en mi país ya que hace rato dijimos que Colombia era laica, y así como otras religiones no van al congreso a decir que las mujeres debemos taparnos por respeto a su fe, los católicos así sean mayoría, tampoco pueden ir a solicitar nada en pro de su fe. ¿Quisiera que alguien me dijera si no se puede suspender a cierto miembro del congreso por hacer pactos ocultos con religiones? Argumentar que no se le puede dar la palabra matrimonio por el origen etimológico de esta me parece un insulto contra la inteligencia, porque utilizar un argumento tan básico en esto es como querer legislar gorilas, y yo así sea mona, no soy gorila y como con todos los insultos no le voy a dar cabeza, sin embargo voy a decir esto, así etimológicamente matrimonio no sea la palabra correcta, por cultura y por el concepto contractual que trae, sí se le debe dar, además aquí estamos luchando contra la discriminación también, y muy sutilmente darle otra palabra es fomentar la discriminación.

La razón principal por la que Sócrates se ganó el odio de políticos, poetas y artistas fue porque en su búsqueda de encontrar al hombre más sabio, se dio cuenta que no los había, ya que, todos los que entrevistó siempre mostraron arrogancia al creer que sabían siendo que no sabían nada; por eso él se destaca como sabio, porque a pesar de tampoco saber nada, el profesaba y creía que no sabía nada y ponía su búsqueda al servicio de los demás siempre buscando la virtud y no las riquezas. Esto para mi es muestra de humildad y de amor al prójimo; humildad porque hay aceptación de falencias y debilidades y amor al prójimo porque si creo firmemente que no se nada, me considerare en igualdad de condiciones que los que me rodean y por lo tanto los amare tanto como a mí misma. Este mensaje lo capte de una porque fui criada como católica y en la gran sabiduría de Jesucristo me enseñaron desde muy pequeña que su mensaje era vivir siendo humilde, al servicio de los demás y amar al prójimo como a mí misma, (así muchas veces no lo haga). Entonces por la humildad no creo que deba haber alguien que se atreva a decir que está totalmente seguro que el sexo homosexual es aberrante y un error, y si me van a salir con el cuento del antiguo testamento en este momento queridos, déjeme decirle que usted no se casó virgen, toma, es infiel, no sacrifica toros al señor ni va a misa todos los domingos y muchas otras cosas que si nos guiáramos por ahí ya estaría usted desterrado. Hablo del homosexualidad porque acepto que el matrimonio igualitario no se ha permitido por todos los prejuicios morales que hay contra la comunidad LGBTI, hay que ser humildes sobre nuestras creencias de fe, éticas y morales, porque señores aquí nadie sabe cuál de todos tiene la razón así nuestro corazón apasionadamente nos diga que el budismo u otra, es la religión verdadera. Ahora vuelvo a Jesús, quien se dice profesó amar al prójimo como a mí misma, pues esta sí es facilita, si mi prójimo es una persona lesbiana que ama profundamente a una mujer, entonces yo debo pedir para ella lo mismo que pediría para mí y antes que pedir a la sociedad un cambio cultural le pido al estado hacer cumplir los derechos de ella y por lo tanto los míos y yo tengo derecho a tener lo mismo que otra persona siempre y cuando sea legal, vote y pague mis impuestos. El estado debe garantizarme protección y legislación en asuntos que afecten mi vida en este país negativamente, así sea minoría, porque esa es la ventaja de la democracia, que así la minoría no logre legislar y gobernar, se legislará y gobernará de manera que TODOS podamos vivir en sociedad. Y si me dicen que esto no es así, entonces pido firmemente que maten a todos los guerrilleros que son minoría y se están comiendo mi país y estoy segura son peor mal que un hombre besando a otro hombre.

Yo veo el ser homosexual como decir por qué me gusta más el helado de avellana que el de almendra, simplemente no lo sé, hay teorías psicológicas que pueden intentar explicarlo, pero al final de cuenta en mi paladar se siente más rico y punto, es lo que me hace feliz y yo tengo derecho a ser feliz, disculpen por la simpleza de este argumento, pero es que reconocer el derecho al libre desarrollo de la personalidad tiene que ver con que helado me como y con quién mi corazón dice que quiero y puedo amar y mi país me debe garantizar las leyes que me permitan comerme mi helado cuando quiera y como quiera y que nadie me puede señalar o discriminar por esto, es asunto de justicia.

Ahora si vamos a la palabra moral, ser homosexual en Colombia es inmoral. Lo legal está en el estado, lo ético está en mi misma y lo moral es lo que mi sociedad señala como correcto, usar falda por encima de la rodilla es inmoral en ciertos países, la tecnología es inmoral en ciertas culturas así como el canibalismo es moral para otras y como mi universidad y colegio católico me enseñaron a ser tolerante, una por mantener mi mente abierta para aprender siempre cosas nuevas y el otro porque como hija de Dios debía profesar el amor y el amor es tolerante, yo no me atrevo a juzgar cual cultura es más correcta que otra y "sólo Dios habrá de venir al mundo a juzgarnos"... Sin embargo saber que esta es mi realidad como colombiana me parte el corazón, porque no sólo me toca aguantarme la corrupción de los políticos, la falta de educación de nuestro pueblo, la guerrilla, sino que también tengo que ver tantas personas basadas en las enseñanzas de amor de Jesús odiar, perseguir y rechazar a las personas hasta el punto que no les basta decirles que no pueden profesar cierta fe, sino que contra viento y marea evitan que la ley les garantice una vida normal ya que nosotros no se la permitimos con tanta persecución y discriminación. Si yo fuera tratada así por la mayoría de mi sociedad, no pudiera refugiarme en la fe de la mayoría que es con la que por lo general nos educan sin tener que esconder mi naturaleza e identidad, si ni siquiera hubiera leyes que evitarán que personas que no me entienden me lastimaran y no me permitieran tener los múltiples beneficios que me da hacer un contrato matrimonial viviría con el corazón roto así tuviera pareja, porque me duele saber que hay tantos colombianos tan "faltos de Jesús" y de educación, sin humildad y sin amor al prójimo, estoy segura que mi país está condenado a sufrir por mucho tiempo, y nuevamente me lo digo, me duele mi país tanto como me duelo yo misma.

jueves, 14 de marzo de 2013

Te amo Soledad.


Acostado en la cama, arropado todo menos la cabeza, el sudor sale de su cuerpo producto del vértigo en que lo sumergen sus sueños, cada gota se desliza sobre su amplia frente y su cabello se humedece poco a poco, la velocidad del movimiento de sus ojos bajo sus párpados es por desesperación y simultáneamente su rostro está congelado con la expresión de un gemido que no sale de sus labios, que entre respiro y respiro, muerde hasta despellejar. Es tal la intensidad de su vértigo que su cuerpo da a la habitación un resplandor blancuzco que ilumina la noche.

Está atrapado en el umbral de la psicodelia que es morir y sobrevivir, como una mosca en el centro de una telaraña bamboleante bajo el paso de la negra araña en la purpuridad de la noche, se estremece y brinca sin ser liberado por los hilos de seda de su cama. Su mente es la presa decidiendo si rendirse ante su cuerpo y liberarse o sucumbir y ser desgarrado para disolverse en su alma.

Su padecimiento es el fruto, ahora seco, del oasis que con sus propias manos arrancó desde sus raíces del desierto que debe caminar. Su oasis, de tamaño moderado pero siempre imponente, en lo que parecía ser el gran baricentro de su universo.

Ese oasis con su agua turbia y revuelta pero refrescante, con palmeras pequeñas que apenas comenzaban a crecer y sin embargo de abundantes hojas para acobijar los arbustos que debajo de ellas yacían, arboles de olivo y albaricoque ofreciendo su fruto para clavarle el diente obscenamente y que sus jugos se deslizaran por sus cachetes cuando los ponía en su boca. Las plantas aparecían simétricamente y le ofrecían abrigo y lecho. En las noches de tormentas, toda su fauna se estrellaba, con la misma fuerza que los rayos se metían en la aridez circundante, contra la arena que se sublevaba. El sol abrasante y cruel que quería aniquilarlo, ahí no tenía poder alguno.

Él vivió desesperado por caminar ese desierto solo, sin nada más para ver que las dunas y planicies de arena, sin embargo en medio del sol y la sed siempre estaba su oasis, siempre regresaba ahí para conseguir fuerzas y volver a atravesar las arenas que lo separaban del mundo. Hasta que al fin lo entendió, no debía atravesarlo, debía dejar cargas y elevarse, volar con ligereza y risas para andar sobre las nubes frescas y libres.

¡Oh tantas noches! noches que pasó en su oasis viendo las estrellas brillar con intensidad sobre la negrura del cielo, brillaban tanto que nunca estaba en la oscuridad absoluta y parecía que solo estirándose un poco las podía alcanzar. Ahora entre las nubes no distingue entre día y noche, luz u oscuridad, no hay estrellas complaciendo su vista mientras descansa, no hay descanso, todo el tiempo tiene que permanecer volando, ahora está agotado por su ligereza y la sed que antes salía de sus impulsos de lucha hoy proviene de su nulidad. Aspirar a los manjares de su oasis para él es como querer beberse el desierto del que tanto huyó.

De ese oasis ya nada queda, y su mención es burla de todo lo que fue y ya no es.

Esta noche su sudor refresca el calor que siente en su piel, por las pesadillas que lo persiguen, pesadillas del desdoblamiento que lo hace verse atrapado gritando y rugiendo y sin embargo no reacciona ante el atisbo de sí mismo, está frío y distante esperando el momento en que su cuerpo y mente actúen como deben actuar...

Soledad, al principio eras un desierto sin humanos que lo envolvía, ahora es un desierto sin humanidad el que lo acompaña. Y él simplemente espera el amanecer de alguien que ya anocheció sin incluso ser día.

viernes, 1 de marzo de 2013

Dolor


Han pasado varias horas, no puede contar cuanto tiempo exactamente, no tiene suficiente fuerza en la mente más que para seguir respirando, su nariz está congestionada así que inhala y exhala por la boca, suave y lento el aire entra y la acaricia, le da paz, la cura, luego sale y calienta su garganta y boca, que placentero es respirar, la eleva, la suaviza, la libera. sabe que pronto alguien la encontrará, pero no quiere apresurar ese momento ya que intuye que una vez se mueva, el entumecimiento que tiene y le evita sentir en su cuerpo el dolor, se desvanecerá y sucumbirá al desgarramiento de su alma y carne.

Se oye un goteo constante y rítmico que la hipnotiza, tiene tantas ilusiones mentales que le ayudan a desaparecer  y olvidar que, prácticamente es, como si ya hubiera dejado de ser ella, el goteo la aleja del espacio en el que está, el agua tibia en parte por el calentador en parte por su sangre, le hace olvidar su desnudez, la debilidad en el corazón roto y el vacío de su alma robada enfocan su mente en sobrevivir, en respirar…

Como describir esos momentos silenciosos, ese tiempo alargado y esa tristeza en el aire, como explicar un dolor tan inmenso y destructivo, solo vacío hay en la habitación, la porcelana blanca e inmaculada del baño se proclama fría y desabrida, las cortinas de velo alrededor de la tina se ven tenebrosas junto al agua ensangrentada, y su cuerpo inmóvil absorbe toda la vida que alguna vez pudo haber en la habitación, su cara con morados y sangre, sus ojos, con lágrimas que no dejan de brotar, fijos en el espejo donde todas las mañanas su rostro brillaba y sus labios pálidos y partidos no solo por el golpe inicial, sino porque lleva demasiado tiempo respirando por la boca.

Escucha a Mary regresar del mercado, inmediatamente se hace consciente del tiempo que ha pasado, mientras ella debía bañarse Mary atendía al personal de su casa, luego se iba al mercado a comprar los insumos para la semana, eso le tomaba aproximadamente dos horas, ahora mismo debería estar organizando la despensa e iniciar el almuerzo, deben ser pasadas las diez. En ese momento recordó cuando cumplió quince y le dijo a Mary que de ahora en adelante ella siempre se haría su desayuno, cocinar era de las actividades que más le hacían feliz. Que oportuna había sido esa decisión para el día de hoy, si no hubiera sido así, hacía rato Mary habría subido y la habría encontrado, quizás le habrían lastimado también a ella o peor, quizás la habría visto así, inmediatamente regresa en sí, siente un frio en el cuerpo y un cólico desgarrador en su vientre, Mary la va a ver así, no puede permitirlo, parpadea y se endurece, ella sabe que puede, ella sabe que es capaz, no puede ocultar los golpes en la cara y el resto del cuerpo, pero si puede evitar que la vean en la tina desnuda y sangrando.

Respira profundo y coloca las manos sobre los bordes de la tina, ya la decisión está en su cerebro, se va a levantar, sabe que puede y con toda la fuerza, inexistente, se levanta, coloca seguro en la puerta del baño, vacía la tina y abre la llave esperando que con eso la sangre no se pegue y se vaya por el desagüe, se seca y coloca la bata, que dolor tan infinito, pero sabe que pronto terminará, mira su rostro en el espejo, esos golpes no se pueden ocultar, siente sangre correr por sus muslos, eso tampoco lo va a poder ocultar, piensa en cómo debe estar herida internamente, debe ir al médico, no lo puede ocultar, abre la puerta del baño, atraviesa su cuarto, sale y así tal cual tomo fuerza para levantarse de la tina, tomó fuerza para gritar –Mary ayúdame.

Al borde de la escalera se desvaneció.

Ella


Son las seis de la mañana. La luz del sol entra por la ventana, acariciando las tablas del piso, prácticamente se les puede oír crujir al calentarse después de la noche fría que las arropó. Las cortinas blancas caen rebordeando el marco de la ventana y rozando el piso, totalmente quietas. A lo lejos se oye el despertar del campo. No hay un mejor despertar.
Se sienta lentamente en su cama, su cabello son gruesas hebras doradas que reflejan la luz, de textura tosca y ajada como un montón de paja enredada, tiene muchas ondas que mientras ella se va sentando van estirándose lentamente al caer por su propio peso, las puntas abiertas de su melena la acarician un poco más abajo de su cintura.
Se toca la cara con la mano derecha y se aprieta los ojos, luego los abre con ímpetu, el día se estrella contra su cara, sus pupilas se achican protestando ante tanta luz, y se aprecia la belleza de su iris, grandes soles amarillos concéntricos en sus pupilas, sobre el verde manchado de verde claro que dan el color de fondo y rebordeados por una línea gris.
Inhala una gran cantidad de aire con su nariz, lo saca por la boca, saborea su boca, el sabor fuerte de un despertar forzado.
De nuevo acaricia su cara con sus manos, la blanca piel rejuvenecida de una larga noche de descanso se siente muy familiar en las yemas de sus dedos. Su rostro tiene forma de diamante, su frente es pronunciada y su quijada suave. En algún sitio de su cara se ve una mancha de una espinilla nueva o vieja, en otro sitio un lunar o dos, ¿quien puede contarle los lunares de la cara?
Se rinde ante el día y se levanta.
Camina lentamente y abre las ventanas, para que el sol no pase a través de los vidrios solo, sino que entre con brisa, y ese olor a vainilla y chocolate que sube desde la cocina, las hojas dan su melodía matutina al moverse, y las cortinas de su alcoba comienzan a danzar.
se asoma a ver qué ocurre a su alrededor, debajo de su habitación está el jardín, las plantas se ven tan hermosas que un matiz rosado aparece sobre ellas, están tan llenas de paz, que es como si el tiempo se detuviera mientras ella respira profundo y pausado varias veces como ya es costumbre.
El tiempo se apodera de ella y su cuerpo comienza a irse y a encontrarse con el segundo y el lugar que le corresponde a cada instante, cada paso marcado como una danza al ritmo de Bach, un ballet de despertar.
Su mano derecha encuentra la manija que la guía al siguiente acto y la habitación que un momento atrás estaba llena de luz de repente pierde cualquier tipo de magia y encanto.